Según los responsables de la Coordinadora de Barrios, el régimen de estos centros está basado en términos conductistas de premios y castigos, con una terminología idéntica en todos ellos, que utilizan expresiones como "salas de observación", "salas de contención", "correas magnéticas o esposas" o "control de conversaciones", entre otras.

La Coordinadora cree que el cierre de tres centros de menores en la Comuniad de Madrid, tras las denuncias de malos tratos presentadas por uno de los jóvenes que estaban internados en el centro de Guadarrama, es consecuencia de la falta de vigilancia de la Administración, que, aunque conoce el contenido de estos reglamentos, no hace un seguimiento adecuado del funcionamiento de los centros.

Por este motivo, los responsables de la Coordinadora de Barrios anunciaron su intención de presentar una denuncia con la finalidad de que "la Administración asuma su responsabilidad en e régimen de tutela creado" y con el objetivo de conseguir "la revisión de una ley que dio poder omnímodo a las comunidades" y restó con ello control ciudadano y judicial.

Por otro lado, denunciaron la situación de desprotección en la que se encuentran muchos jóvenes de Madrid cuando la Comunidad deja de tutelarlos pero no devuelve tampoco la custodia a los padres.