Según explicó a Servimedia Ceferino Maestro, responsable de Medio Ambiente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), entidad integrada en la coordinadora, una de las finalidades de la movilizción es conseguir una reunión con Borrell, con el fin de que "además de escuchar a los técnicos, tenga en cuenta las opiniones de los vecinos sobre ese proyecto".

Afirmó que la ampliación del aeropuerto, cuya primera pista está previsto concluir el año 2000, influirá negativamente en el medio millón de personas que residen en la zona de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, San Fernando de Henares, Coslada y el distrito de Barajas.

A su juicio, los habitantes de esas poblaciones tendrán que soprtar niveles de contaminación acústica por encima de los 50 decibelios, lo que, según la normativa europea, haría del área una zona no habitable.

Asimismo, indicó que con la puesta en marcha del proyecto, que la coordinadora considera como un nuevo aeropuerto, la situación negativa que viven ya algunos vecinos de las localidades colindantes va a verse triplicada y, además, será extendida a otras poblaciones que hasta ahora no están afectadas por el aeropuerto de Barajas, como San Sebastián de los Reye.

Otro de los aspectos negativos resaltados por este colectivo es el problema de la seguridad de los residentes, que, en su opinión, se verá reducida considerablemente, "ya que los aviones se caen alguna vez", por lo que, para Maestro, existe la posibilidad de que ocurran siniestros importantes.

La coordinadora también denunció hoy la operación especulativa encubierta que, afirma, ha rodeado la realización de la ampliación.

Maestro aseguró que el Ayuntamiento de Madrid y otros colindantes ha permitido el cambio de la calificación de los terrenos próximos al recinto aeroportuario para hacerlos urbanizables "de la noche a la mañana, con una fuerte inversión de entidades bancarias en la compra de parcelas".

A su juicio, la ampliación no supondrá ningún beneficio para los vecinos y, a pesar de que el ministerio haga la inversión prevista en el proyecto, que ronda los 400.000 millones de pesetas, no va a poder alcanzar los objetivos que persigue, por limitaciones de tipo meteorológico y orogrfico.

Los objetivos de la Administración son aumentar el número de viajeros de los 14 millones actuales a casi 40 en el año 2005 y duplicar el número de vuelos. En la actualidad hay 780 diarios, según la coordinadora.

"Nos parece una inversión absurda porque no van a poder cumplir esos objetivos, aunque aumenten las dimensiones del recinto", indicó Maestro.

La coordinadora propone, en lugar de la ampliación, que el Ministerio de Obras Públicas construya un segundo aeropuerto fuera de los núceos urbanos, ya que, a su juicio, estos recintos no pueden estar dentro de la ciudad. El nuevo aeródromo estaría destinado a vuelos internacionales.

El recinto aeroportuario de Barajas quedaría, según la propuesta de la coordinadora, exclusivamente para los viajes nacionales, que son el 45 por ciento de los vuelos, limitando su uso a las horas diurnas, "ya que es el único de los pocos aeropuertos europeos que funcionan por la noche, por lo que la gente que vive ahí no puede ni dormir".

El responsble de Medio Ambiente de la FRAVM señaló que otro de los motivos de sus protestas contra la ampliación del aeropuerto no es la construcción de las pistas de aterrizaje, sino la edificación de una gran ciudad aeroportuaria, que ocupará una extensión de 150.000 metros cuadrados, "lo que es una barbaridad, ya que triplicaría las dimensiones de la actual".

Además de la manifestación que, partiendo del Parque del Navío, de la Alameda de Osuna, recorrerá la carretera paralela al acceso del aeropuerto, para oncluir en la terminal de vuelos nacionales, la coordinadora tiene previsto entregar próximamente más de diez mil firmas contra la ampliación del recinto.