Religión
El coordinador de la cumbre antiabusos del Papa propone a la Iglesia española “limpiar lo que hay que limpiar”
- Le "sorprendería mucho" que en España no se hayan producido miles de casos como en otros países y llama a la colaboración en todas las investigaciones y que éstas pongan a las víctimas "en el centro"
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El experto vaticano en la lucha contra los abusos en el seno de la Iglesia, Hans Zollner, recomendó este jueves a la Iglesia española “limpiar lo que hay que limpiar” para erradicar esta lacra.
Así lo aseguró durante su participación en las VI Conversaciones PPC, celebradas en Madrid por esa editorial y organizadas el Instituto Superior de Pastoral en Madrid con el lema ‘¡Nunca más! Abusos de poder, conciencia y sexual en la Iglesia hoy’, donde impartió una conferencia basada en su experiencia con víctimas en 70 países del mundo.
Frente a la actitud “clericalista”, el experto propuso como “primera tarea” de la Iglesia “acabar con los escándalos y limpiar lo que hay que limpiar”. “Si no hubiera casos de abusos, los periódicos no podrían escribir de ellos. Si no hubiera encubrimiento no habría un escándalo”, zanjó este jesuita al que Francisco encargó coordinar la cumbre de presidentes de conferencias episcopales de febrero de 2019 en Roma.
Zollner subrayó que en su visita a víctimas de 70 países lo que siempre ha escuchado de ellas es que “la institución que se propone como Iglesia, que quiere acompañar personas heridas me ha olvidado a mí, la persona que ha sido herida dentro de la iglesia. Me enfurece que se desentiendan de su responsabilidad”.
“Muchas víctimas hablan de que el abuso les hizo un daño enorme, pero muchas veces el daño hecho por la reacción y actitud de los responsables de las diócesis es mayor cuando 30 o 40 años después del abuso, la víctima va a buscar escucha y apoyo”, prosiguió el también director del Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana.
“Después de tantas décadas de convivencia con el dolor invisible al final llegan al momento de poder hablar por primera vez de un secreto muy feo de su vida, muy incómodo. Y cuando tienen el coraje de hacerlo encuentran puertas cerradas, corazones aplastados y dificultad de encontrar una persona ‘humana’ dentro de la iglesia, con una actitud de escucha y acompañamiento”, explicó. Por eso, indicó, “mucha gente ha dejado la fe”.
MILES DE CASOS
Tras su conferencia, Zollner reconoció a la prensa que le “sorprendería mucho” que en España no se confirmasen miles de casos como ha ocurrido en otros países, pero que más allá de las cifras pidió la implicación de todos los católicos, también laicos, a luchar contra esta lacra.
En este contexto llamó a las comisiones de la Iglesia y del Defensor a “colaborar” y atender a las “personas heridas”.
“Los números serán no muy diferentes a lo que sabemos de todos los informes de los últimos años y décadas. En todo el mundo, en un determinado periodo período de tiempo hubo del 3 al 5% de curas acusados, aunque que la acusación no es la confirmación de la culpabilidad”, argumentó en referencia a los miles de casos conocidos en Estados Unidos, Alemania, Francia y Australia.
“Los abusadores es una cosa, las víctimas otra. En todos los sectores de la sociedad y de la Iglesia muchas víctimas no quieren reconocerlo, hablar en público, denunciar, por vergüenza, miedo y desconfianza a las autoridades judiciales del Estado y de la Iglesia”, añadió.
El jesuita aplaudió que la Iglesia española no forme parte de la comisión impulsada por el Defensor del Pueblo, aún sin constituir, para “no influenciar de una manera no apropiada” y consideró que la vinculación del Opus Dei con la encargada por los obispos al bufete Cremades & Calvo Sotelo hará que sus trabajos tengan un mayor escrutinio por parte de la sociedad.
Asimismo, mostró su preocupación porque el trabajo de las comisiones “sólo sea un trabajo legal y estadístico”. Y revindicó “justicia” para las víctimas y que “las personas heridas estén en el centro de la atención” y que no se trate “sólo de un juego estratégico o un empuje político”.
Respecto a la apertura de archivos eclesiales para favorecer las investigaciones destacó la necesidad de que se colabore, teniendo en cuenta la dureza de las leyes de protección de datos en Europa y la cultura de encubrimiento de los abusos que se practicó durante la segunda mitad del siglo XX. Por ello, zanjó, la expectativa de obtener muchos datos “no corresponde a la realidad”. “Lo hemos visto en muchos países, en los archivos no hay casi nada. Fue una manera para encubrir”.
El experto vaticano aplaudió la presencia del secretario general de la CEE en las jornadas en Madrid, como “una fuerte señal” del compromiso contra esta lacra frente con la que “la iglesia tiene una responsabilidad mayor” para prevenir que no se repita en el futuro.
También aseguró que la Iglesia se enfrenta a la “doble crisis”, la de los abusos y la de “confianza y credibilidad” hacia la institución. “Nos dejan porque lo que hacemos no corresponde a lo que predicamos”, lamentó, considerándolo “el desafío más grande” de la institución.
RUIDO E INCOMODIDAD
En la apertura del encuentro, el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello, llamó a que el compromiso de la Iglesia “tiene que ser grande” sabiendo que la conversación con el prójimo “está afectada por unos ruidos mediáticos y políticos” que la “dificultan y contaminan”. Y parafraseando el lema de las jornadas subrayó que "el 'nunca más' contra los abusos tiene que ser una realidad".
“La vida de la iglesia pone un acento en la importancia del acompañamiento, que pide un diálogo cuerpo a cuerpo como dice Francisco, pero está amenazado por la sospecha”, añadió, en referencia a las informaciones que apuntan a los miembros de la Iglesia como abusadores.
También aseguró que “el compromiso de la Iglesia no sólo se cierra en la preocupación por lo que pasa dentro” y que ante todo debe defender “la sagrada dignidad humana”. “Nunca acabamos estar a estar a la altura de lo que el buen pastor significa”, concluyó.
Argüello repasó los datos de los informes oficiales, que apuntan a que la mitad de los casos de abusos en todos los ámbitos de la sociedad, no sólo de la Iglesia, victimizan a menores, muchas veces también los agresores son menores, y el aumento de la pornografía como primer contacto para descubrir la sexualidad.
(SERVIMEDIA)
09 Jun 2022
AHP/gja