Para las cooperativas de vivienda, "esto no es alo nuevo" (la venta fraudulenta de suelo), que sólo ocurra en los PAUS (Planes de Actuación Urbanística) de Madrid. "También se ha producido durante años en subastas, disfrazadas de concursos, convocadas por ayuntamientos, consorcios urbanísticos y empresas públicas".

En su opinión, estas prácticas han creado "hábitos de comportamiento" que generan un dinámica de sobreprecios en las ventas de viviendas protegidas.

Por último, CONCOVI señala las causas por las que responsabiliza a las administrciones públicas de esta situación: "Por haber propiciado con las subastas la especulación del suelo, por considerar que el suelo era mecanismo de financiación de las admnistraciones públicas y por no agilizar y simplificar los trámites burocráticos que pesan sobre los nuevos desarrollos".

También critica a la administraciones por no haber sido capaces de consensuar una legislación de suelo "coherente" con las competencias de cada una, y por no propiciar plantes de ayuda eficaces para el desarrollo yurbanización de suelos.