A partir del 4 de febrero, las personas que quieran presenciar alguna de las competiciones de los juegos deberán rellenar un impreso de pedido, que encotrarán en las 2.600 oficinas de Banesto, y abonar su precio por adelantado.

Este trámite no asegura la adjudicación inmediata de la entrada o del abono solicitado, ya que para las finales y las ceremonias de apertura y clausura, donde la demanda se disparará, el COOB realizará un sorteo de billetes a mediados de junio del próximo año.

Las personas que no resulten afortunadas en el sorteo pasarán a una lista de espera y podrán acceder a las entradas que no hayan sido retiradas por los patrocinadors o por visitantes extranjeros.

Por otro lado, para evitar falsificaciones el COOB no distribuirá los billetes de los juegos hasta el mes de mayo, "con lo que damos poco tiempo a los falsificadores para copiar la entrada, que estará especialmente diseñada para evitar su reproducción ilegal", aseguró Serra.

Los responsables de los Juegos Olímpicos de Barcelona esperan recaudar unos 12.000 millones de pesetas por la venta directa de entradas y abonos.

6 MILLONES DE ENTRADAS

Aunque aún no ha ido determinado el aforo definitivo que tendrán algunas instalaciones olímpicas, el COOB ha previsto editar 6 millones de entradas, 4 de ellos para venta directa al público español y 2 para la familia olímpica, patrocinadores y público extranjero.

El precio de las entradas oscila entre las 750 pesetas de las gradas laterales en las jornadas de clasificación hasta las 7.000 de la planta principal en las finales de los deportes más populares.

El pago podrá realizarse en efectivo, por transferencia ancaria e incluso por cheque, modalidad que ha aceptado a última hora la entidad bancaria colaboradora.

Las personas que hayan ingresado el dinero de las entradas solicitadas y que, finalmente, no resulten afortunadas en el sorteo podrán retirar la cantidad pagada una semana después de que el resultado se haga público.

El responsable de la División de Proyectos Especiales aseguró que las medidas adoptadas en relación con la venta de las entradas de los JJOO "van encaminadas a garantizar el libre cceso de todos los españoles a esta competición y a evitar las largas colas para su adquisición".