Francisco Caja, presidente de Convivencia Cívica, dijo a Servimedia que los nacionalistas "necesitan un chivo expiatorio, una víctima propiciatoria que va cambiando a lo largo de la Historia para realizar su proyecto político".

Según Caja, esto sucede con los ataques de ERC a la monarquía y con la continua referencia de este partido a la fecha de 1714, año en el que Cataluña se incorporó definitivamente a la Corona española.

A este respecto, el presidente de Convivencia Cívica destacó la coincidencia de las palabras de Tardà con el asesinato este miércoles en Azpeitia del empresario Ignacio Uría.

En este sentido, Caja destacó el hecho de que "no ha pasado la sangre derramada de un inocente y este individuo (por Tardà) lanza un deseo de muerte a aquel que representa la nación española; eso es el nacionalismo".

"El nacionalismo es la exigencia de sangre y la necesidad de que para construir un orden político haya víctimas mortales", afirmó Caja, quien añadió que esto lleva a concluir que "Tardà es de la misma categoría que los asesinos de ETA, la misma categoría moral y política". "No empuñará una pistola, porque no tiene el coraje suficiente, pero es la misma naturaleza moral", afirmó.

Caja pidió reflexionar sobre esta dimensión del nacionalismo, ya que, a su entender, "esto es lo que amenaza a la sociedad española, mucho más que la crisis económica o cualquier otro problema".