García puso como ejemplo el caso de Madrid, donde actualmente trabajan unos 80 controladores y donde serían necesarias cerca de 150 personas más.

"Cuando parece que llegamos a una cifra de controladores que sirve para descongestionar el tráfico aéreo, se inventan una nueva norma", que va a demandar más personal, agregó.

Para el presidente del sindicat de controladores aéreos, el problema principal es que ahora "habrá más aviones en menos espacio", lo que hace necesario controlar más las distancias.

En este sentido, el dirigente sindical destacó que "nosotros velamos por la seguridad del avión y de los pasajeros, mientras que las compañías, aunque también velen por esa seguridad, estarán más interesados en el ahorro de costes".