El fuego, que ha arrasado más de mil quinientas hectáreas, pudo ser controlado gracias a las líneas cortafuegos abiertas a lo largo de la pasada noche por maquinaria pesada, después de fracasar en la tarde de ayer el trabajo de las avionetas, que se debieron retirar como consecuencia de las turbulencias del viento.

Las más de mil trescientas personas, entre voluntarios, personal especializado, Ejército y Fuerzas de Seguridad que colaboran en la extinción del fuego, han procedido a comprobar la inexitencia de focos activos en la zona ya arrasada.

Mientras, los medios aéreos, cinco aviones y cinco helicópteros, se dedican a "refrescar" los frentes controlados para evitar que un nuevo cambio de la fuerza o la intensidad del viento de levante que sopla en la zona reactive las llamas.

Este incendio forestal, que ayer obligó a cortar una carretera comarcal, está considerado como el mayor de Andalucía en el presente verano, y a pesar de haber calcinado una amplia extensión de bosque de pinos, la Cnsejería de Medio Ambiente de la Junta se mostró hoy satisfecha por la labor de los equipos de extinción, que han salvado el bosque de pinsapos, pinos autóctonos de la zona.

Los alcaldes de Genalguacil y Casares, términos municipales afectados por las llamas, han vuelto a reiterar hoy su intención de solicitar la declaración de zona catastrófica.