La caída de la contratación fija, una constante de los últimos ejercicios, afectó este año especialmente a los contratos indefinidos suscritos sin bonificaciones ni ayudas, de los que sólo se realizaron 11.816, frente a 18.554 el año pasado.

Por contra, el descenso resultó casi imperceptible en los contratos indefinidos realizados al amparo de las subvenciones y ayudas fijadas por la Administración para ptenciar la contratación de colectivos desfavorecidos.

Se hicieron 3.241, la mitad de ellos por la conversión de contratos en prácticas en indefinidos (subvencionados con medio millón de pesetas) y otros 565 por la transformación de contratos de formación en fijos.

Aumentaron los contratos de personas con minusvalías, de los que se firmaron 491, y los restantes se dirigieron a jóvenes y a mujeres en sectores donde están infrarrepresentadas o que quieren volver al trabajo después de una temporada a margen del mercado laboral.

En conjunto, los contratos fijos sellados en el INEM supusieron el 4 por ciento de las colocaciones efectuadas en el periodo, frente a un 6,22 por ciento en enero de 1993 (e incluyendo en ambos casos los empleos fijos discontinuos).

MAS TEMPORALIDAD

Los datos del Ministerio de Trabajo ponen de manifiesto que prosigue la caída de los contratos temporales de fomento del empleo, especialmente acusada tras elevarse su duración mínima de seis meses a un año. En enero se icieron 45.116, casi 10.000 menos que en enero del 93.

Por contra, los empresarios siguieron mostrando su preferencia por fórmulas de contratación menos estables para el trabajador, como los empleos por obra o servicio y los eventuales por circunstancias de la producción, de los que se suscribieron 121.593 y 70.910, respectivamente.

También aumentaron otros contratos de duración determinada, como los de interinidad y los realizados para el lanzamiento de nueva actividad, así como los puestos de tabajo a tiempo parcial, muy incentivados por la Administración.