Los contratos indefinidos supusieron el 5,4 por ciento de todos los registrados en el INEM, aún incluyendo entre ellos los fijos discontinuos, que sumaron 37.864 entre enero y junio de este año, unos 1.500 menos que en el ejercicio anterior.

La caída fue más drástica entre los contratos fijos ordinarios, sin bonificaciones ni incentivos, de os que sólo se suscribieron 58.700, un 40 por ciento menos que en el 92.

Los 21.809 restantes son contratos suscritos al amparo de las ayudas de acompañamiento establecidas en el "decretazo" de recorte del seguro de paro, consistentes en subvenciones directas a las empresas, de medio millón de pesetas generalmente, para convertir contratos temporales en indefinidos.

Los mayores contingentes de los que accedieron a la fijeza por este vía eran anteriormente jóvenes contratados en prácticas (10.716)o en formación (4.606), seguidos de las personas con miusvalías (2.646) y los mayores de 45 años (2.462).

Sin embargo, no parecen estar dando ningún resultado las subvenciones para la contratación de mujeres paradas con experiencia laboral que quieren reincorporarse al mercado de trabajo y de mujeres en sectores en los que la presencia femenina sea muy baja. A pesar de existir una subvención de medio millón de pesetas para ambos supuestos, sólo se firmaron 311 contratos.

PRECARIEDAD

Los datos dl Ministerio de Trabajo muestran un menor grado de estabilidad en los nuevos empleos que se pone de manifiesto no sólo en la caída de los contratos fijos, sino en el mayor grado de eventualidad de los temporales.

Concretamente, disminuyen significativamente los contratos temporales de fomento del empleo, ahora que su duración mínima se ha elevado de seis meses a un año. Pasaron de firmarse 530.228 en el primer semestre del año pasado a 301.317 en el mismo periodo del 93, lo que supone un descenso del 3 por cien.

Por contra, descendieron mucho menos los eventuales por circunstancias de la producción, se mantuvieron prácticamente en los mismos niveles tanto los de obra o servicio como los de interinidad, y subieron los de lanzamiento de nueva actividad y los de tiempo parcial.

Los empresarios también han reaccionado negativamente a la supresión de las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social en los contratos en prácticas y para la formación, que han caído a la tercera parte de los regstrados el año pasado.