Según informó a Servimedia un portavoz de la Policlínca Naval, en la actualidad permanecen internados en este centro sanitario dos militares de los cinco que recibieron asistencia.

Se trata del capitán de navío Miguel López Nuche, herido grave al sufrir rotura del hígado, de riñón y neumotórax lateral por la explosión del coche-bomba. Actualmente está en vía de recuperación y permanece en una habitación del centro, sin necesidad de cuidados intensivos.

No obsante, en próximas fechas será sometido a varias intervenciones de cirugía plástica, ya que n el atentado también sufrió importantes lesiones en la mano y brazo derechos y en la mandíbula.

También permanece ingresado el teniente coronel de Infantería de Marina Manuel Aldereguía Couceiro, que sufrió lesiones graves en los dos brazos y en una pierna, que requerirán cirugía plástica. No obstante, en la actualidad tampoco necesita ciudados intensivos y permanece en una habitación de planta.

Por su parte, ayer fueron dados de alta el capitán de fragata Juan Antonio Muñoz Roig, que tras el atntado tuvo que ser ingresado en la unidad de vigilancia intensiva, y el capitán de navío Cándido Pousada. Este último inicialmente fue ingresado en el Hospital La Paz, aunque días después fue derivado a la Policlínica Naval.

El portavoz de este centro indicó que el estado anímico de todos los pacientes "impresionó" a los facultativos y personal de la Policlínica por estar en todo momento muy animados y conscientes, lo que, a su juicio, ha propiciado su recuperación.

Por su parte, fuentes del Hosptal Ramón y Cajal señalaron a Servimedia que los tres militares que permanecen ingresados en el centro desde el día del atentado evolucionan favorablemente y han abandonado los cuidados intensivos, siendo trasladados a sendas habitaciones.

De ellos, el más grave fue el capitán de fragata Antonio Vicente López Cao, que perdió el ojo derecho debido a la explosión. Su estado actual es bueno.

Junto a él fueron ingresados en el mismo centro su compañero Francisco Javier Reino González y el soldado Fracisco Pérez García. Ambos también evolucionan favorablemente.