Según el director de la misión de la OSCE en la provincia ex-yugoslava, el embajador Daan Everts, las recientes violaciones indican que elciclo de la violencia en la provincia ex-yugoslava aún no ha cesado.

El informe, que recoge los testimonios de más de 3.000 testigos y refugiados, se hace eco de los masivos abusos llevados a cabo por las fuerzas serbias, entre 1998 y junio de este año, contra los albaneses de Kosovo.

De acuerdo con la OSCE, los ataques serbios aumentaron conforme iba haciéndolo los bombardeos de la OTAN, momentos en los que se extendieron las ejecuciones sumarias y arbitrarias por todo Kosovo.

El informe tabién habla de la venganza contra los ataques de los serbios, después de que Belgrado retirara sus tropas de la provincia. Las tropas de paz de la OTAN fueron testigos del clima de intolerancia desde su llegada en junio y reportaron, asimismo, violaciones contra los derechos humanos, como ejecuciones, secuestros e intimidaciones, contra los serbios y otras minorías, como los cíngaros.