CONTINUA LA INVESTIGACION SOBRE LA MUERTE DEL NIÑO DE 3 AÑOS QUE CAYO A UN POZO EN MOGUER
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La policía judicial, a instancias del Juzgado de Instrucción número 1 de Moguer (Huelva), investigaba en la mañana de hoy las circunstancias de la muerte del niño de 3 años Ismael Gómez, cuyo cadáver fue encontrado anoche en un pozo vacío de unos tres metros de pofundidad en la citada localidad.
Según informaron a Servimedia fuentes policiales, la Guardia Civil, encargada de la investigación, sospecha que la muerte del niño podría no haber sido accidental, sino que los primeros indicios apuntan a que el pequeño habría sido empujado al interior del pozo por otro niño o alguna otra persona. No obstante, estos datos serán corroborados o no por la autopsia que se le practicará hoy.
El cuerpo sin vida del menor fue hallado sobre las nueve de la noche de ayer n un pozo sin agua de unos tres metros de profundidad, localizado a unos 200 metros de su domicilio. El levantamiento del cadáver se produjo una hora y media después y fue trasladado al depósito forense del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde hoy se le practicará la autopsia.
Tras las primeras investigaciones, la Guardia Civil ha llegado a la conclusión de que el pequeño fue empujado al interior del pozo, teniendo en cuenta la posición en que encontraron el cadáver. Según esta hipótesis, unovarios menores abrieron la rejilla que tenía el pozo, le empujaron dentro y después volvieron a cerrar la rejilla.
Además, esta línea de investigación se apoya en que un menor de la localidad indicó a los agentes que buscaran al niño en el citado pozo, que había sido descartado inicialmente porque tenía esa rejilla que impedía la caída de personas.
Ismael había desaparecido a las tres de la tarde del pasado martes, cuando salió de su casa, con 25 pesetas, para comprar golosinas en un quiosco cerano, en la Plaza del Doce de Octubre de Moguer, y al que nunca llegó.
A partir de entonces, medio millar de voluntarios apoyaron las labores de búsqueda del pequeño, en las que trabajaron más de cincuenta agentes de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, submarinistas y perros adiestrados.
Tras horas de infructuosa búsqueda, la policía llegó a considerar que la hipótesis del secuestro era la que tenía más fuerza, dado el resultado negativo del rastreo de algunos pozos cercanos al domiilio y de la zona de marismas circundante a la población.
Finalmente, la teoría del secuestro no se confirmó al encontrar el cadáver del pequeño en un pozo sin agua a sólo 200 metros de su domicilio.
(SERVIMEDIA)
23 Mayo 1996
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