Las llamas avanzan e distintos frentes, ya que la fuerza del cierzo y la conjunción de barrancos, que provocan un efecto chimenea, han propiciado el avance del incendio con gran rapidez.

Este hecho podría obligar a desalojar los municipios oscenses de Botaya y Ena en función de la dirección que tomen las llamas. El Monasterio de San Juan de la Peña, próximo al lugar del siniestro, no corre peligro por el momento, aunque el fuego se halla a tan sólo cinco kilómetros del panteón real donde reposan los restos de Ramiro I y l Conde Aranda.

Las labores de extinción se han reanudado a primeras horas de esta mañana. El calor, el viento reinante en la zona y lo accidentado del terreno dificultan los trabajos. Una circunstancia que coincide con las críticas vertidas por los vecinos afectados, que consideran que existe una falta de coordinación y de ayuda en el siniestro más grave ocurrido en los Pirineos durante este verano.