La investigación, difundida por la BBC, ha sido realizada por el científico Chris Williams, miembro del Programa del Cambio Medioambiental Global, una ambiciosa iniciativa del Consejo de Investigación Social y Econmica de Gran Bretaña. Su estudio se basa en una revisión de los trabajos científicos sobre el impacto de factores medioambientales en la inteligencia.

Las principales amenazas denunciadas por Williams son el plomo, los bifenilos policlorinados -compuestos sintéticos utilizados en los equipos electrónicos cuyas siglas en inglés son "PCB"-, la radiación y la pérdida de nutrientes en el cerebro humano, como el yodo y el hierro.

Respecto a las radiaciones, el científico apunta que tras la explosión dl reactor nuclear de Chernobil hubo un incremento de bebés con síndrome de Down en ciertas partes de Alemania, en los países escandinavos y en Escocia. Por otro lado, en una ciudad rusa las radiaciones de una mina de uranio han causado daños mentales al 75% de los niños.

En el Tercer Mundo, millones de personas sufren deficiencia de yodo y hierro debido al empobrecimiento de las cosechas y la deforestación, que permite que la lluvia arrastre con el suelo todos los nutrientes vitales para el hombre.

El plomo y los PCB son también una amenaza. En Gran Bretaña, uno de cada diez niños tiene niveles de plomo en la sangre que se consideran dañinos para la inteligencia. En el Artico, las facultades de los niños inuit están siendo minadas por los PCB que se originan en los trópicos y pueden alcanzar el Norte de Canadá en sólo una semana.

El autor del estudio se muestra preocupado por el efecto que tendrá la degradación medioambiental en la evolución del hombre. "El cerebro humano está ahora amenazado or su propio comportamiento con el medio ambiente, y no hay ninguna otra cosa en el ecosistema que se esté mermando tanto", advierte.