El gasto total en alimentación y bebidas en hogares en el año pasado se situó en 5,84 billones de pesetas, lo que supone que cada español gastó una media de 149.500 pesetas. Esta cantidad es un 3,5% inferior a la del ejercicio de 1995. Pese al descenso, el coste de la cesta de la compra para los españoles creció un 1,8%.

Los descensos en los consumos se produjeron en casi todos los productos, pero fueron especialmente significativos en frutas y verduras fescas, que cayeron un 8,6 y un 5,1%, respectivamente. Puxeu expresó su preocupación por esta reducción, ya que supone un empeoramiento de la dieta de los españoles por segundo año consecutivo, y llegó a calificar de "ejercicio de irresponsabilidad" la nueva tendencia seguida por los consumidores.

La reducción del consumo de frutas y hortalizas se produjo en las primeras por un aumento del precio, un 6,3%, y en general por los nuevos hábitos de consumo que buscan más la comodidad y la rapidez, así comotambién por la incorporación de la mujer al trabajo, según Puxeu. Las frutas y hortalizas transformadas también cayeron un 10,1%.

El consumo de carnes también descendió un 6%, pese a que su coste se mantuvo estabilizado (-0,6%), si bien éstas siguen siendo el principal componente en valor de la cesta de la compra. Los pescados también bajaron un 12,4%, ya que su precio subió un 3,8%. La leche experimentó una caída en su consumo del 2,6% y sus derivados del 4%. Las patatas también se consumieron menos n un 9,1%, debido al incremento de su coste, de un 26,7%.

En cuanto al aceite, el de oliva bajó un 11,9%, por el aumento de su precio un 35,4%, aunque, según Puxeu, siguió contando con la fidelidad de los consumidores, ya que hubo un descenso generalizado de todos los aceites (un 8,3%). De esta forma, el aceite de oliva perdió sólo un 1,5 puntos de cuota a favor del girasol, situándose en el 55% del mercado.

El director general pidió a la industria alimentaria que apoye la dieta mediterránea y noconsidere que ésta se limita a los productos en fresco. A su juicio, es necesaria la aparición de productos elaborados realizados bajo las directrices de lo mediterráneo, para que se extienda en el mundo.

En cuanto a los lugares de compra, en alimentación fresca la tienda tradicional sigue teniendo la primacía, con el 35,5% del mercado, aunque pierde medio punto de cuota. No obstante, en alimentación seca su cuota va disminuyendo a pasos forzados y ya se sitúa en el 19,6%, mientras que el supermercadoes líder en este tipo de productos, con el 46,8% del total (aunque pierde dos décimas respecto al año pasado).

Los hipermercados, por su parte, ostentan el 26,9% de las compras de alimentación seca (con un crecimiento de 3,5 puntos) y del 10% en fresco (0,8 más), aunque según Puxeu, este último aumento se debe más a las nuevas aperturas que a un crecimiento real.