Si se compran unas lámparas nuevas, Consumo aconseja comprobar que la clavia de conexión a la red sea del tipo de las empleadas en televisores, vídeos, máquinas de afeitar y similares.

El tipo de cable no debe ser excesivamente delgado y tiene que estar marcado con sus características. Los portalámparas deben dar la impresión de ser robustos, para que la luz sea capaz de soportar los tirones que se puedan producir durante su manipulación.

El Instituto de Consumo resalta también la importancia de que toda la información venga, como mínimo, en castellano, y que sobre el ebalaje figuren datos sobre el fabricante, importador o responsable de la comercialización del producto en España.

Respecto a la instalación, las autoridades recuerdan que no se debe en ningún caso quitar ni insertar lámparas mientras la guirnalda de luces esté conectada a la red. Tampoco se debe conectar la guirnalda mientras se encuentra en el embalaje.

Por otra parte, este tipo de luces deben ir acompañadas de una información que indique que se destinan únicamente para su utilización en interioes y que no están autorizadas para interconectarse entre ellas.