De acuerdo con Johnson Matthey, la oferta de platino se incrementará este año debido principalmente al aumento de las ventas soviéticas, pudiendo alcanzar los 4,09 millones de onzas, 360.000 más que en 1990.

Con estos datos, el excedente de platino en el mundo occidental se situará en el presente ejercicio en 210.000 onzas, 175.000 más que el año pasado.

Según el informe de Johnson Mathey, la demanda de platino para los catalizadores de coches se mantendrá en 1,53 millones de onzas (unos 55.800 millones de pesetas), a pesar de la recesión en la venta de coches registrada desde 1982; mientras la recuperación de este metal de los catalizadores de coches usados aumentará entre 10.000 y 225.000 onzas este año.

En cuanto al consumo de platino en joyería, aumentará un 8 por ciento, hasta situarse en 1,47 millones de onzas, lo que supone en el mercado alrededor de 53.700 millones de peseas.

La demanda de platino para la industria puede disminuir, sin embargo, en 20.000 onzas, hasta quedar en un total de 795.000, por un valor total de algo más de 29.000 millones de pesetas.

Por otra parte, Johnson Matthey prevé la recuperación de la demanda de inversiones en venta al por mayor de monedas y barras de platino en 350.000 onzas en comparación con las 200.000 alcanzadas en 1990. A su juicio, "el bajo coste del platino y su próxima paridad con el oro, ha incitado la compra sustancial dl inversor en los últimos meses, después de que en la primera mitad del año permaneciese pasiva".

El precio del platino descendió de 424 dólares en febrero a 331,5 en agosto, como consecuencia del clima de recesión existente, el aumento de las ventas soviéticas y la caída de las norteamericanas, así como por los rumores acerca de que el paladio sustituiría al platino en los catalizadores. En el segundo trimestre de este año, el precio del platino oscilará entre 350 y 390 dólares, según Johnson Matthey