Así lo anunció este lunes el titular de Consumo, Alberto Garzón, durante su visita a las instalaciones para conocer el impacto del cambio climático en el cultivo del mejillón, en la que subrayó que el trabajo de análisis que realizan los investigadores del laboratorio en torno al cultivo del mejillón y otros moluscos es “crucial para evitar problemas de salud pública y ambiental”, según precisó su gabinete en un comunicado.

Consumo puntualizó que las intoxicaciones alimentarias por consumo de biotoxinas y aquellas otras sustancias tóxicas proliferan debido al calentamiento de los mares y que para prevenirlas es “fundamental” el control y categorización de toxinas emergentes.

Por este motivo, el Ministerio de Consumo ha firmado un convenio de colaboración con el CSIC, a través del Instituto Español de Oceanografía, para invertir 1,3 millones de euros en los dos próximos años en el laboratorio de Vigo. El acuerdo promoverá la investigación sobre las biotoxinas marinas, así como el intercambio de conocimientos con otros grupos científicos “punteros” en la materia, según el departamento de Garzón.

Para el responsable de Consumo del Gobierno, esta colaboración es “fundamental”, porque, a su juicio, “ayudará a estudiar cómo el cambio climático está amenazando a especies como el mejillón y garantizará que el consumo de este alimento es seguro y de calidad en España y en el resto de la Unión Europea”.

Garzón reconoció el “innegable poder de la acuicultura” en Galicia y recordó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera las Rías Gallegas como “uno de los más importantes depósitos de fitoplancton del planeta”.

A este respecto, Consumo explicó que gracias a la actividad acuícola gallega, España es la primera potencia mundial en el cultivo y comercialización del mejillón, alimento que se cultiva en las más de 3.300 bateas que existen en la costa gallega, la mayoría de ellas, en la ría de Arousa.

Además, añadió que, en 2021, en sus costas se produjeron más de 250 millones de kilos de mejillón por un valor aproximado de 139 millones de euros.

En este punto, el ministro valoró el trabajo de las más de 5.600 personas que forman parte del sector acuícola y que, manifestó, han mantenido su actividad “de forma sostenible”.

Con relación al cultivo del mejillón, Garzón destacó que produce “un alimento saludable con gran cantidad de micronutrientes y con denominación de origen” al tiempo que fomenta “la economía social y fija la población al territorio” y valoró que el sector del mejillón crea en torno a 20.000 empleos entre puestos directos e indirectos.