Este incremento es más representativo aún después de que en 1994 las ventas experimentarán un crecimiento del 13%, con una facturación anual que ronda los 10.000 millones de pesetas.

Bonmati aseguró que el helado sigue siendo un producto fundamentalmente estacional, ya que el 80% del consumo se produce en la temporada de verano (entre junio y septiembre), y está muy influido por las condiciones climáticas.

Sin embargo, a juicio del responsale de la patronal de los helados un calor excesivo no aumenta las ventas de este producto, ya que "el helado es un alimento y con el calor se te quita el hambre y sólo te apetece beber".

Bonmati se mostró confiado en superar a final de año la facturación de 1994, aunque sea ligeramente, si bien hay que esperar a la evolución del tiempo en los meses que quedan de verano. Junio fue "muy malo", debido a la inestabilidad climática, mientras que julio empezó flojo para mejorar espectacularmente en la seguna quincena.