El incremento del consumo obedeció al descenso de las temperaturas en los últimos diez días del mes, que hizo aumentar la demanda hasta alcanzar máximos históricos en algunas comunidades autónomas.

En todas las zonas del país el consumo de energía léctrica creció por encima de la media, a excepción de la Centro-Norte, donde la demanda descendió un 1,5 por ciento, y la Aragonesa, que registró un aumento del 3,2 por ciento.

El mayor aumento del consumo se produjo en la zona Centro-Levante (6,3 por ciento), seguida de la Noroeste (5,6), Catalana (4,4) y Andaluza (4,2 por ciento).

En cuanto a la producción de energía eléctrica, se situó en 14.642 millones de kwh, un 4,9 por ciento superior a la de enero del año pasado, si bien la hidroeléctric descendió casi a la mitad, como consecuencia de la sequía.

Debido a la falta de lluvias, los embalses de interés hidroeléctrico cerraron el mes de enero al 29 por ciento de su capacidad máxima. El 31 de diciembre de 1991 las reservas representaban el 37 por ciento del total.

El descenso de la producción hidráulica hizo aumentar la producción de energía eléctrica en las centrales termoeléctricas clásicas, que emplean combustibles fósiles. En concreto, las que queman fuel oil produjeron un 356 porciento más que en enero de 1991.

La producción de las que utilizan gas natural creció un 3.314 por ciento, aunque hay que tener en cuenta que esta producción sólo representa un 0,3 por ciento de la total. La generación de electricidad a partir de carbón aumentó un 13,8 por cien, mientras que la electronuclear, que representa un 37 por ciento de la total, aumentó un 1,7 por ciento.