En mayo, sólo la zona noroeste aumentó el consumo, un 1,8 por ciento, mientras que se reduo un 9,5 en la aragonesa, un 8,3 en la andaluza, un 5,1 en la centro-norte, un 2,6 en la catalana y un 1,3 en la centro-levante.

La producción cayó un 2,6 por cien, aunque la de origen hidroeléctrico registró un incremento del 23,3 por cien, gracias a que los embalses productores de energía se encuentran al 45 por ciento de su capacidad total, seis puntos más que en mayo del 92.

Por contra, la producción termoeléctrica disminuyó un 8,3 por cien y la nuclear un 4,3, lo que reduce los costes de proucción de las compañías, ya que la energía hidroeléctrica es la de generación más barata.

Según Unesa, la reducción del consumo eléctrico es consecuencia de la crisis económica, ya que la mayor reducción de la demanda se da en las industrias, y en menor medida en el suministro a los hogares.