Con este fin, más de 100 inspectores visitarán desde mañana lunes y durante el mes de junio los establecimientos de venta de juguetes acuáticos de los que se examinaán aquellas cuestiones relativas a la seguridad y calidad de los artículos, especialmente las relativas a las propiedades físicas y de seguridad, el etiquetado y el envase, según informó hoy el Gobierno regional.

Asimismo, se comprobarán los orificios de entrada de aire previstos para su inflado que deberán tener tapones fijos en el juguete, se comprobará que los tapones no se separen fácilmente del juguete y que estén protegidos contra cualquier posibilidad de poderlos quitar por descuido para evitarel riesgo de asfixia o ahogamiento ante la posibilidad de que el niño se lo pueda introducir en la boca.

La legislación vigente define los juguetes náuticos o acuáticos como "todo producto ideado para su uso en el agua o que pueda llevar un niño por el agua" y fija una serie de normas e indicaciones que dichos productos deben llevar para su comercialización.