Un grupo de científicos reunidos en Washington especularon con esta hipótesis y criticaron la dieta estadounidense. Uno de los investigadores, el doctor Lands, constató el exceso de omega-6, presente en aceites vegetales, frituras y margarinas, frente a la escasez de omega-3, que contiene el pescado y algunos vegetales y es fundamental para la salud física y mental.

Los estudios comenaron hace un año, cuando se diagnosticó a un niño problemas de atención que minaban su capacidad de aprendizaje, a pesar de su inteligencia. Los médicos recomendaron un tratamiento a base de fármacos, pero la madre del niño decidió enriquecer su dieta con ácidos grasos esenciales, conocidos como omega-3.

"Al tomar estos suplementos los niveles de ácidos grasos en la sangre cambian y el comportamiento del niño cambia", concluyó la experta en nutrición Jaqueline Story tras realizar varias investigacione.