Así lo ha hecho saber la dirección de la entidad a los ministros de Agricultura, Pesca y Alimentación, de Sanidad y Consumo, y de Industria, Comercio y Turismo según un comunicado que difundió hoy en Madrid.

La nota dice que están decididos a toma la medida como forma de presión y prevención ante el prácticamente generalizado "fraude de las hormonas" que afecta, no sólamente al hecho de pagar agua y sustancias químicas al precio de la carne, sino que, además, supone un grave riesgo para la salud del consumidor.

Después de la desarticulación de una red de tráfico de hormonas ilegales en once comunidades autónomas, los investigadores descubrieron que los verdaderos causantes del fraude eran los propios responsables de los mataderos, veterinarios inspectores de administraciones públicas, químicos y los propios ganaderos, muchos de los cuales ya están detenidos.

Según FEACCU, los arrestados participaron en la distribución e implante de sustancias prohibidas por la legislación nacional y comunitaria y, en especial, del producto denominado clembuterol, en centenares de vacunos para la explotación cárnica; una sustancia que ocasionó hace un año, 135 casos oficiales de intoxicación en ocho regiones españolas.

El consumo de esos fármacos implia, en opinión de los dirigentes de la federación, unos riesgos para la salud que, aunque todavía no son definitivamente conocidos, pueden ocasionar, cuando los implantan en dosis superiores a las permitidas, efectos mutágenos y cancerígenos, al menos en los ratones que han servido hasta la fecha para los experimentos.

Entre las exigencias de FEACCU, organización que representa a casi 300.000 amas de casa y consumidores de 48 provincias españolas, figuran que las autoridades ejerzan una mayor rigurosidd en las inspecciones, y la aplicación al detalle de la normativa sobre investigación de residuos tóxicos en animales y carnes frescas.

También reclama que prohiban el uso y comercialización de sustancias hormonales para el engorde de animales destinados a la alimentación humana.