Los autores del estudio destacan el gran aumento del consumo de antidepresivos, aunque reconocen que es todavía inferior a la frecuencia real de la depresión en nuestro paí, que afecta aproximadamente al 20 por ciento de la población.

Este incremento se produjo especialmente a partir de 1990 y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina constituyeron el 71% de los antidepresivos consumidos y ha disminuído el consumo del resto de los antidepresivos, especialmente los tricíclicos.

La investigación detectó que los preparados a dosis fijas redujeron su consumo en un 17% y que la fluoxetina es, desde 1991, el antidepresivo más consumido.

El estudi ha utilizado la base de datos ECOM del Ministerio de Sanidad y Consumo, que recoge todos los envases dispensados en las farmacias y financiados por la Seguridad Social, aunque no recoge los dispensados por la psiquiatría privada.