La portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, declaró a Servimedia que "se deben adoptar medidas globales y promover que los consumidores renueven su flota de electrodomésticos, ya que el cambio se amortizaría rápidamente".

Izverniceanu también cree que sería positivo "fomentar puntos limpios para la recogida de los antiguos electrodomésticos de forma ordenada y ecológica"

Por su parte, el portavoz de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), Antonio López, animó a la Administración a "dar facilidades para financiar este tipo de aparatos, ya que hay mucha gente que no los compra porque resultan un poco más caros".

Fuentes de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) respaldaron también la idea del "plan renove" para electrodomésticos viejos.

Su portavoz, Isabel Avila, declaró a Servimedia que, según los últimos datos que manejan las amas de casa, los altos niveles de confort en los hogares hacen que la gente no se plantee el ahorro energético.

AHORRAR DESPUES DE COMPRAR

La etiqueta energética, obligatoria en frigoríficos, calentadores de agua, hornos, congeladores, lavavajillas, lavadoras, secadoras eléctricas y aparatos de aire acondicionado, ofrece información sobre la eficiencia energética de estos aparatos, consumos, rendimientos, ruidos, etc.

Estos datos resultan de gran ayuda a la hora de decidirse entre un modelo u otro, dado que, en muchas ocasiones, el precio de un aparato puede no ser tan importante como el consumo energético que realizará durante su vida útil.

Estas etiquetas fueron establecidas por la Comisión Europea en el año 1989 para frenar las emisiones de CO2. Existen siete clases de etiquetas energéticas, que se tipifican en función de los consumos eléctricos en diferentes colores y con letras del abecedario de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente).