En declaraciones a Servimedia, la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, explicó que "es necesaria una ley de huelgas que, además de proteger los derechos de los trabajadores, proteja los de los consumidores", que al pagar el billete de avión "cumplieron su parte del contrato, pero ahora ven cómo la compañía no cumple con la suya".

Incidió, además, en que las huelgas de pilotos y controladores y las situaciones de cancelaciones y retrasos de vuelos "son ya habituales en las vacaciones de Navidad, verano y Semana Santa" y que, "como siempre, son los consumidores quienes pagan los platos rotos, al ver frustradas sus perspectivas".

Por otro lado, la portavoz de la OCU explicó que, aquellos viajeros cuyo vuelo haya sido cancelado, tienen derecho a reclamar un indemnización inmediata, de entre 200 y 600 euros.

Si, además, han sufrido otros daños como consecuencia del retraso o cancelación (perder una noche de hotel o una conexión con otro vuelo, no llegar a tiempo a una entrevista de trabajo, etcétera) pueden acudir a los tribunales e interponer una demanda verbal. En este caso, siempre que no reclamen más de 900 euros, no tendrán que pagar abogado ni procurador.