Según OCU, estas sanciones son muy leves, "sobre todo si tenemos en cuenta que, según las normas, el expediente sancionador abierto contra la compañía podría haber supuesto una multa económica de entre 600.000 euros y 30 millones de euros para cada una de las empresas, mientras que finalmente la multa se reduce a 21 millones para ambas".

A su juicio, éste es un castigo demasiado ligero para las compañías responsables. "Pero no es de extrañar: las indemnizaciones ofrecidas el pasado año por Fecsa-Endesa y Red Eléctrica Española a los ciudadanos afectados también fueron manifiestamente insuficientes, y no guardaban proporción con el daño ocasionado y los perjuicios sufridos por los usuarios de las compañías", más de 300.000.

La OCU interpuso una demanda judicial, en la que solicitaba una indemnización de, como mínimo, 300 euros al día. Por el momento, recuerda, "nuestra demanda no ha prosperado (aunque se encuentra recurrida ante la Audiencia Provincial de Barcelona), y eso, unido a la pobre sanción, nos hace pensar que, una vez más, las compañías se han ido de rositas (o casi), mientras que son los consumidores quienes pagan los platos rotos".