La primera de las iniciativas que las seis organizaciones pondrán en marcha a partir de hoy es la campaña "Derecho a elegir", un proyecto cuyo objetivo es lograr que todos los consumidores puedan ejercer su derecho a elegir electricidad limpia.

Según explicó, tras la firma del acuerdo, José Luis García, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, el objetivo es impulsar el papel de los consumidores para influir en la transformación del sistema eléctrico hacia la sustitución de fuentes de energía sucias por limpias.

Para ello, la campaña apuesta por tarifas eléctricas que recojan el coste real del mercado de la electricidad, incluyendo los costes ambientales. Asimismo, estas organizaciones piden que se establezcan distintos tramos de tarifa "que favorezcan a quien usa la energía de un modo racional y penalicen a quien la derrocha".

"Tiene que haber una política de precios que discrimine positivamente a quien ahorre", aseveró al respecto García. "Hay que primar al que la utilice bien y castigar a aquel ciudadano o industria que la use mal", insistieron desde las organizaciones de consumidores, que también apostaron por garantizar a todos un suministro de carácter básico.

Establecer un sistema que certifique el origen de toda la electricidad y disponer de un etiquetado eléctrico uniforme, que asegure que los consumidores reciben la información que necesitan para elegir la mejor opción, son otras de las propuestas de esta campaña.