Según CECU, la empresa pide un incremento del 6%, "idéntico al que ha solicitado en los últimos años, haciendo hincapié y amparándose para ello en el precio de los combustibles".

Sin embargo, CECU entiede que "esta excusa cae por su propio peso al comparar la evolución del precio del petróleo: a primeros de 2008 se encontraba por encima de los 100 dólares, mientras que a primeros de diciembre del mismo año estaba ya por debajo de los 50. De esta forma, es inexcusable el solicitar una subida que multiplicará varias veces el IPC con el que se cierre este año y que servirá de referencia para la subida de salarios y pensiones".

Además, CECU tampoco considera adecuado que las subidas sean tan diferentes entre distintas ciudades (con lo que ese 6% que se solicita será mucho mayor en algunos lugares), y, dentro de ellas, entre las diferentes zonas, penalizando en algunos casos las zonas que más tráfico de pasajeros tienen.

CECU cree que, de tener que incrementarse los precios, esta subida debe tener como referencia el IPC, con la finalidad de que, por un lado, los ciudadanos no pierdan poder adquisitivo y, por otro, se pueda seguir fomentando el transporte público en detrimento de otras formas de transporte menos sostenibles como el vehículo privado.