Ambas organizaciones calificaron de ilógico que la compañía quiera cobrar por un servicio que no ha sido solicitado por el cliente. Por ello, en declaraciones a Servimedia, la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, recomendó a los usuarios "cambiarse a una compañia que no cobre el servicio de identidad del llamante", al tiempo que confió en que el resto de operadores no siga "el mal ejemplo" de Telefónica.

Como alternativa, Izverniceanu propuso que cada usuario renegocie el contrato con Telefónica, ya que se trata de una decisión unilateral de la compañía.

La medida, que entrará en vigor el 10 de julio, fue rechazada también por la presidenta de Ceaccu, Isabel Ávila, quien puntualizó que "es un servicio que nadie nos ha preguntado si lo queremos o no; de hecho, si tú no quieres pagar, no se qué manera habrá de que no se identifique el teléfono que te llama".

Ávila denunció que la cuantía de este servicio, aunque parezca "irrisoria", en conjunto supone un importante volumen de ingresos para la operadora.

Por su parte, fuentes de Telefónica consultadas por Servimedia reconocieron que este servicio, que sólo se cobrará a las líneas básicas (de las que quedan excluidas las líneas de ADSL), tiene un coste al que tiene que hacer frente la empresa.