Reina dijo que los precios de las viviendas no podían bajar porque los promotores no tienen márgenes de maniobra. Según explicó, durante los últimos años ha habido un incremento importante en todos los costes que afectan al precio final de la vivienda.

"Todo e mundo se atreve a aumentar los precios respecto a las viviendas, notarios, registradores, arquitectos, aparejadores, compañías suministradoras, impuestos por todas partes que gravan, alguien los tiene que pagar, y necesariamente esto repercute sobre el precio de la vivienda", añadió.

El representante de los constructores de Barcelona reiteró que el sector no se encontraba en recesión porque en el caso de la vivienda no existe actualmente ningún exceso de ofertas sino que lo que falta es más dinero po parte de los compradores para poder adquirirlos.

La imposibilidad de bajar los precios de las casas, por otro lado, contribuye a que los promotores no sean demasiado optimistas a pesar de que tienen esperanzas de que el stock de cerca de 2.000 viviendas que existe en Barcelona vaya bajando poco a poco, según Reina.

El grupo Confort, una de las primeras inmobiliarias españolas, presentó el pasado lunes suspensión de pagos con un pasivo de 8.650 millones de pesetas que provocó una reacción de temo en las entidades financieras.