El documento fue presentado este mes al secretario de Estado de Comercio, Miguel Angel Feito, por una delegación de la Asociación Española de Empresas Constructoras de Actividad Internacional encabezada por su secretaria general, Alicia Revenga.

En declaraciones a Servimedia, Revenga explicó que unos de los problemas de las grandes constructoras que salen al extranjero consist en que no pueden beneficiarse de las ayudas del Plan de Internacionalización, que está más dirigido a las pequeñas y medianas compañías.

Por eso, las constructoras han solicitado básicamente una mayor agilidad en el pago de los siniestros por parte de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (CESCE) y un mayor apoyo a través de los créditos de Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).

Respecto al CESCE, las constructoras quieren que se arbitre un mecanismo para que los impagos por pate de contratistas extranjeros sean cubiertos rápidamente por la compañía, salvando las dificultades políticas que entraña en muchas ocasiones declarar un siniestro a una administración foránea.

En 1991, último ejercicio para el que se disponen de datos, el CESCE pagó casi 70.000 millones en indemnizaciones, de los que 67.550 millones correspondieron a riesgos políticos y extraordinarios, y 1.746 millones a riesgos comerciales.

En cuanto a los créditos FAD a bajos tipos de interés que España otora a países en vías de desarrollo, las constructoras quieren que la Administración les informe, antes de iniciar las obras, si los proyectos que contratan en dichos estados son susceptibles de financiación a través de ese fondo.

Según Revenga, otros países competidores de España utilizan esta fórmula, que les permite presentar sus ofertas de obras con la ventaja añadida de los préstamos "blandos" que sus gobiernos otorgarán a sus clientes para contratarlas.

La responsable de las grandes constructoas agrupadas dentro de la patronal Seopan señaló que Miguel Angel Feito se mostró "receptivo" a estas propuestas y accedió a crear un grupo de trabajo que se reunirá periódicamente para estudiar la manera de fomentar las exportaciones de las constructoras.

AUMENTARA LA FACTURACION

Por otra parte, Revenga pronosticó que la facturación de las constructoras españolas en el extranjera aumentará este año entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas en relación a los 60.000 millones de 1991.

Agregó que as dificultades que atraviesa el sector en España estimulará más la salida al extranjero. Aunque la presencia más fuerte se da en Iberoamérica, destacan también en Europa los proyectos turísticos y de oficinas en Lisboa, la participación de Ferrovial en la construcción de una carretera entre Padua y Verona, de Dragados en el Metro de Tolouse, entre otras.

Esta última empresa está negociando actualmente varios proyectos, entre los que sobresalen la concesión para la construcción y explotación de una auopista de peaje en la ciudad norteamericana de Phoenix, con una inversión prevista de 28.000 millones de pesetas.

La expansión internacional de las constructoras ha llegado también a los paises del Este europeo, ya que recientemente han comprado una empresa en Hungría y otra en la ex RDA, según explicó Revenga.