Fuentes de la empresa ndicaron hoy a Servimedia que la situación de FCC es la de "unos acreedores pendientes de las decisiones judiciales en torno al caso", aunque confirmaron que el juzgado todavía no ha comunicado la fecha de la subasta.

FCC participó en el proyecto de las torres a través de una sociedad que constituyó con Construcciones San Martín, con una participación del 70 y el 30 por cien, respectivamente. Es con esta sociedad con la que Urbanor, la promotora inmobiliaria propiedad de KIO, tiene contraida la deuda e 6.000 millones.

Las obras de las torres de KIO se suspendieron en noviembre de 1992, cuando los constructores, contratistas y proveedores dejaron de hacer su trabajo, al comprobar que la empresa promotora no hacía frente a sus pagos.

Por su parte, fuentes de Caja Madrid indicaron que la entidad todavía no tiene decidida una estrategia para buscar una salida a las torres, que están valoradas por los interventores judiciales en 28.306 millones de pesetas.

Las torres podrían ser repartidas enre los distintos acreedores, aunque son mayores las posibilidades de llegar a un acuerdo a fin de que alguno o algunos de ellos se queden con el inmueble, comprando la deuda de los demás. Otros acreedores son La Caixa, los bancos Santander y Popular, el Sindibank y el Hispano Hipotecario.

Urbanor y su empresa matriz, Prima Inmobiliaria, presentaron suspensión de pagos a finales del año pasado. Prima declaró un activo de 97.077 millones y un pasivo de 60.736 millones, mientras que Urbanor tenía un actio de 62.056 millones y un pasivo de 39.610 millones.

Del importe total del pasivo de Prima, 26.031 millones corresponden a deudas con entidades de crédito, que, en el caso de Urbanor, ascienden a 17.256 millones.