Fernández concretó el descenso del consumo de cemento en España a lo largo de 1996 en un 3,5% y aseguró que este indicador es más seguro para conocer la marcha de la actividad del ector constructor que otras estadísticas oficiales. Añadió que, en cualquier caso, la diferencia entre consumo de cemento y actividad constructora no sería mayor de un punto.

A pesar de este descenso, las empresas cementeras han aumentado su expectativas en el mercado nacional, porque las importaciones están moderando su crecimiento al 11% (en los 11 primeros meses del año) y han conseguido mejorar las exportaciones un 14,2%.

La cifra de negocios del sector cementero rondará los 245.000 millones e pesetas, al mismo nivel del año pasado, mientras sus beneficios brutos se situarán en 52.000 millones, un 4% menos, según los datos de las empresas que cotizan en Bolsa.

El descenso de las importaciones, debido a la fortaleza del dólar y el aumento en más de un 50% de los costes de los fletes marítimos, crea un panorama más favorable en 1997 para las cementeras instaladas en España.

A ello contribuirán también las medidas incluidas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, que a juicio d Rafael Fernández permitirán cubrir el recorte en infraestructuras decidido por el Gobierno (-17%), aunque ello dependerá de la rapidez con que se pongan en marcha.

No obstante, Fernández prevé que la actividad constructora se mantenga al mismo nivel que este año. El consumo de cemento oscilará entre un 1% más o un 1% menos, si bien la cuota de mercado de las empresas españolas crecerá un 3%, como consecuencia de la caída de las importaciones.