Este especialista afirma que la sordera debe diagnosticarse en los primeros meses de la vida porque tanto en casos leves, como en los graves, estos niños están abocados al fracaso escolar y a la imposibilidad de la una buena integración escolar y laboral.

Hasta hace poco tiempo, los especialistas creían que el oido del recién nacido no podía ser evaluado de una forma objetiva o fiable, "pero desde hace unos años disponemos de una tecnología (que miten las otoemisiones acústicas y los potenciales auditivos) que nos permite saber nada más nacer si el niño oye o nó".

Varios grupos de expertos, incluido el que direge el doctor Moro, han demostrado que la detección precoz de la sordera es posible, por ello, la comisión trabajará en colaboración con el Insaud en la elaboración de un protocolo para usar estas nuevas tecnologías "que no dañan al recien nacido, son económicas y rápidas", explicó.

El objetivo sería implantar este protocolo en todos los servicios de Neonatología de España "con la intención de identificar al niño sordo antes de que abandone el hospital donde nace".