La sesión constitutiva estuvo dirigida por el presidente del Congreso, José Bono, puesto que, mientras no se elige a la Mesa de cada comisión, su presidencia corresponde a algún miembro de la Mesa del Congreso.

Tras ser formalmente elegido, Cuesta se dirigió a la Comisión para agradecer la confianza de los diputados y expresó su confianza en "no defraudar" en el cumplimiento de la tarea que tienen por delante.

Explicó que en la Comisión de Justicia tiene que "primar el diálogo" para tratar de gestionar y dar solución a "los problemas que afectan al servicio público de la justicia".

Cuesta recordó que esta comisión es de una "especial intensidad legislativa" y abogó por que esté animada por el "principio de que la justicia funcione". Adujo que esta comisión es "un engranaje" que puede impulsar un mejor funcionamiento del sistema jurídico "situando a los ciudadanos en el centro de la justicia".

Reconoció que los problemas de la justicia contemporánea son los mismos que los del siglo XIX y, en ese sentido, recordó el diagnóstico de Alonso Martínez en 1882 sobre el enjuiciamiento criminal que decía que "es preciso sustituir la marcha perezosa y lenta del actual procedimiento", un problema que persiste en la actualidad.

El flamante presidente de la Comisión de Justicia dijo que el objetivo de su trabajo en esta legislatura es conseguir que "la suerte del ciudadano no esté indefinidamente en lo incierto" y que "la pena siga de cerca a la culpa".

"Nuestra idea es contribuir al diálogo, al entendimiento y dar un impulso al servicio público de la justicia", aseguró en su primera intervención como presidente de la comisión.