En declaraciones a Servimedia, Guardans señaló que considera completamente "irrelevante" que fuera el PSOE, como ocurre en este caso, o cualquier otra formación política el que en su día propusiera como magistrado al ahora nuevo presidente del Constitucional, Pedro Cruz.

Laelección de Cruz como magistrado del Tribunal Constitución se produjo en la renovación parcial que realizó en 1992 el Congreso de los Diputados, en la que tuvo el apoyo del PSOE, CiU, IU y CDS, mientras que el PSOE se opuso y el PNV se ausentó de la votación.

"Subrayo expresamente", dijo Guardans, "que lo importante es que el Constitucional entre en un proceso de absoluta normalidad y que quien lo designó o no, ni en este magistrado ni en otros, ha de tener la más mínima influencia".

Guardans preisó que eso no obsta para que CiU sea crítica con el sistema de designaciones de los magistrados del Tribunal Constitucional y la forma en que se han renovado las últimas plazas vacantes, con negociaciones exclusivas entre PP y PSOE.

Por su parte, el portavoz del Partido Popular en el Senado para temas de justicia, Alfredo Prada, dijo a Servimedia que celebra la normalización institucional del Constitucional y dejó claro que "la minoría debe aceptar y acatar el resultado y a partir de ahora solo hay u presidente".

"Al margen de ideologías políticas, Cruz cuenta con todo el respaldo de todos los políticos y todas las instituciones", remachó. En la votación para elegir presidente, Cruz obtuvo siete votos, Manuel Jiménez de Parga cuatro y Rafael Mendizábal uno.