Sin embargo, precisó que "eso no tiene nada que ver con el resultado de las elecciones gallegas. Los resultados hay que analizarlo, pero sobre todo respetarlos y felicitar a los que han tenido un muy buen resultado. Estoy convencido de que no hay ni sarampión ni marea ni vendaval nacionalista en España, como se nos ha intentado hacer creer en los últimos días".

En su opinión "para nada, ese resultado (en Galicia) puede entenderse como producto de la influencia de otras formaciones nacionalistas como el PNV o CiU. Su origen está en el hueco político que la crisis del PSOE ha abierto".

"El PP mantiene sus apoyos, que no podrín ser mayores ni mejores", explicó. "Y los mantiene porque los ciudadanos valoran el peso de la gestión, la defensa de los intereses de los ciudadanos, el actuar con limpieza en el desempeño de la función pública, en definitiva, el buen gobierno. Y, por contra, han censurado la demagogia y la campaña sucia hiriente".

"Dicho todo esto", concluyó, "no es un disparate abrir un debate sobre la conveniencia de modificar el actual sistema electoral. Es cierto que ha dado muy buen resultado hasta ahora, peropuede presentar alguna deficiencia en el futuro. La reforma no puede ir contra nadie, sino que tiene que ir a favor de todos".