En declaraciones a los periodistas al acceder al Palacio del Congreso de los Diputados, recalcó que así lo demostró la acogida que tuvo ayer este discurso, que fue cerrado por un "aplauso protocolario con verdadero entusiasmo de los diputados y senadores, además de las personas qu estábamos allí como invitados, y donde el Rey marcó lo que es la línea de su pensamiento desde que se pronunció públicamente la vez primera".

La intervención de Don Juan Carlos, insistió, dejó claro que "es el Rey, como ya había dicho Don Juan de Borbón, de todos los españoles, ésto fue lo importante del discurso: la moderación, la prudencia y la llamada a la buena vertebración de la nación española".

Agregó que sus palabras en el sentido de que "nadie se debe arrogar el texto Constitucional" so "una obviedad". "Qué duda cabe que nadie se lo puede arrogar cuando fue un texto que votamos los españoles por una amplísima mayoría hace 25 años. Es de todos los que lo votamos y todos tenemos una igual participación", no se puede hablar de "propiedad" del texto.

Insistió en que su Majestad aboga porque "dentro de esa gran unidad de todos los españoles, haya entendimiento, buena voluntad, apertura, diálogo", puesto que "todos los españoles estamos unidos en una empresa común".

En cuanto a la poibilidad de abrir un proceso de reformas constitucionales, opinó que "ese es un tema que no se consideró ayer, yo no ví en el discurso nada que pudiera interpretarse como una alusión a reformas o a modificaciones".