El equipo de expertos, dirigidos por el investigador John Glass, de la Universidad de Alabama, descubrió que esta bacteria, encontrada generalmente en el tracto urogenital humano, posee un tipo de energía de metabolismo y otras características que se podrían explotar para desarrollar mejores tratamientos para las enfermedades que ocsiona.

Además, comparada con otras bacterias, en la Urealiticum Ureaplasma no se ha podido encontrar genes que se suponen son esenciales para la vida de una bacteria. De esta manera, ofrece una visión alternativa de la composición de las bacterias.