En un informe de OCU sobr las tarifas ferroviarias españolas, la organización señala que su complejidad "parece pensada para evitar cualquier posibilidad de conocer la estructura del billete y, por tanto, lo que realmente se paga".

Asimismo, indica que la publicidad que suele hacer Renfe sobre sus tarifas es "extremadamente confusa", ya que no se especifica que los descuentos anunciados no se aplican a la totalidad de la tarifa, sino sólo a una parte del precio del billete.

También califica de "injusta" la política de prcios de la compañía, por considerar que los llamados "días rojos", en los que las tarifas son más altas, penalizan el uso del ferrocarril en los momentos en los que más se emplea: inicios y finales de periodos vacacionales.

"La injusticia del sistema de los días de colores es evidente al pretender forzar a los españoles a viajar precisamente cuando no pueden hacerlo", de manera que "el usuario debe perder días de vacaciones o aceptar el abuso de pagar más caro el viaje".

En su carta a Mercé Sala,la OCU solicita la supresión de las actuales tarifas y el diseño de unas nuevas que tengan en cuenta el tipo de servicio ofrecido a bordo (viajar en primera o en segunda), y no el modelo de tren empleado para hacer el trayecto.

También reclama la anulación del sistema de días de colores y que se elabore un sistema de incentivos para viajar en tren que no penalice a quienes no pueden usarlo cuando Renfe quisiera, las denominadas "horas valle", así como la implantación de un mecanismo de información de ácil acceso al usuario sobre los precios.

Respecto a las indemnizaciones por incumplimientos del servicio que ofrece Renfe, OCU reclama de su presidenta una información completa al usuario de las posibilidades de reclamación, que sea visible a todo el mundo en las estaciones, en lugar de ofrecerlo en una guía de difícil uso, que cuesta 900 pesetas y que se renueva cada cuatro meses.