En el Consejo de Ministros del pasado martes, el Ejecutivo acordó el nombramiento de exministro de Justicia Juan Carlos Campo y de la exdirectora de Asuntos Constitucionales de Moncloa Laura Díez para los dos puestos que le corresponde renovar en el TC.

Están pendientes las otras dos designaciones que le corresponde hacer al CGPJ y que llevan paralizadas desde septiembre por las continuas dilaciones impuestas por el grupo de los conservadores, que aún no ha puesto el nombre de ningún candidato de su agrado sobre la mesa.

La comisión negociadora se reunió por última vez hace una semana y concluyó el encuentro sin acuerdo y emplazándose al día de hoy para retomar las conversaciones. En este tiempo, el Gobierno ha decidido proceder a los nombramientos que le corresponden, vistas las dilaciones en el CGPJ.

El sector conservador considera que estos nombramientos son una clara manifestación de intenciones del Gobierno, que ha elegido a dos personas con claro perfil político, y ha pedido a los vocales progresistas, Álvaro Cuesta y Roser Bach, un aplazamiento hasta mañana para poder celebrar una reunión interna y fijar una postura frente a estos nombramientos.

Así, los negociadores conservadores José Antonio Ballestero y Carmen Llombart prevén reunirse con los vocales afines esta tarde y poder trasladar una postura común mañana. No ocultan su descontento por la elección del Gobierno y apuestan por designar a dos magistrados con perfiles poco politizados y avalados por su imparcialidad.