Este vino de mesa ha sido elaborado por una segunda bodega de la empresa situada en Fuenmayor (La Rioja), las antiguas bodegas Lagunilla, que no está inscrita en la denominación de origen y da mayor presencia en su contraetiqueta al nombre Berberana que al hecho de que se trate de un vino de mesa.

El consejo regulador inició unas diligencias informativas para vigilar a Berberana cuando esta bodega compró Lagunilla para embotellar vino de fuera de la denominación.

Según confirmó a "L Voz de la Rioja" el secretario del consejo, José María Sabando, antes del verano, cuando Berberana comenzó a comercializar el 'Marino' en varias cadenas de distribución nacionales, el consejo abrió el expediente.

Este expediente no se ha conocido hasta ahora porque el propio consejo regulador tiene un acuerdo tácito de que no se hagan públicos los expedientes ni las infracciones salvo casos muy concretos, para no perjudicar la imagen general del vino de Rioja.

La documentación recogida por el cosejo regulador se ha remitido a la Unidad de Fraudes del Ministerio de Agricultura para que determine si esta practica puede dañar la imagen del vino Rioja, aunque aún no se ha pronunciado al respecto.

Berberana presenta este vino en las estanterías de supermercados e hipermercados junto a los vinos de calidad, en vez de hacerlo junto a los vinos de mesa. Además, se crea confusión entre la etiqueta y la contraetiqueta, ya que las indicaciones obligatorias de la etiqueta (vino de mesa y grado) aparecenpor detrás en pequeño tamaño.

Asimismo, la contraetiqueta se coloca de cara al comprador y a la marca 'Marino' la acompaña la indicación "seleccionado por Berberena". Además, las palabras "seleccionado por" aparecen en letra pequeña y "Berberana" en gran tamaño y con la tipografía empleada en los vinos de Rioja.