Responsables de este colectivo, a los que acompañó el presidente del Consejo de la Juventud de Euskadi y el propio Iribarren, pidieron en Pmplona la dimisión del delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría, y que la comisión de Derechos Humanos del Parlamento foral cree una comisión investigadora para estudiar lo ocurrido durante su permanencia en las dependencias de la Guardia Civil de Pamplona y Madrid.

Los arrestados denunciaron ante el juez Carlos Bueren haber sido objeto de malos tratos. Iribarren, poco después de su detención, fue conducido a un hospital donde se le pronosticó una crisis de ansiedad. Varios testigos indcaron que en las dependencias de la Audiencia Nacional presentaba muy mal estado.

Los portavoces del Consejo de la Juventud reiteraron que "siempre hemos creido la versión de Jaime y no la de quien aseguró que se le estaba dando un trato 'exquisito' a los detenidos", en referencia a Ruiz de Alegría.

Asimismo, José Ramón Julián, máximo responsable del Consejo en Euskadi, reiteró el apoyo de este colectivo al detenido y criticó los intentos de criminalizar al Consejo de Navarra. "Estamos", dijo, "pra trabajar de forma positiva por la sociedad".

Por su parte, el propio Jaime Iribarren pidió al juez Bueren que "no haga oidos sordos" a quienes "están denunciando los malos tratos", a la par que subrayaba "que tiene que ser el presidente de un Consejo de la Juventud al que le pase ésto, para que se produzca una convulsión social".

Iribarren aseguró además que el delegado del Gobierno en Navarra "no sabe lo que significan las palabras decencia y honestidad, "o ha perdido la compostura o, en verdd, no controla a las fuerzas de seguridad. Le pido decencia y honestidad para que dimita ahora".

El presidente del Consejo de la Juventud de Navarra aseguró que hará "un esfuerzo sincero para perdonar a quienes me trataron así en las dependencias de la Guardia Civil, aunque ésto no significa que no siga trabajando hasta verlos delante de un juez".