"No asumo ninguna letra del papel", les advirtió, por considerar que sus reviendicaciones de giro a la estrategia política deben abordarse en la próxima Asamblea Federal y no en un Consejo Político.

Anguita rechazó todas las críticas que le dirigieron durante la jornada d hoy los representantes del sector renovador y sólo admitió introducir algunas matizaciones a ideas como 'las dos orillas', a propuesta de miembros de la mayoría.

Manifestó que no ha amenazado a nadie con irse de la dirección de Izquierda Unida si cambia el discurso, como han publicado algunos medios de comunicación y como han interpretado hoy algunos representantes del sector crítico. "Yo no amenazo. El día que dimita, si lo tengo que hacer, lo haré y nadie me lo va a cambiar", subrayó.

Sobre lo reproches que ha recibido por la carta que dirigió días atrás a Felipe González, señaló que tiene todo el derecho a emprender esta iniciativa como coordinador general, además matizó que en realidad no quería dirigirla a Felipe González, sino a todos los ciudadanos. "Es un recurso epistolar, dirigido a la sociedad y a la militancia desorientada".

Sobre la división interna en IU y su confrontación con Nueva Izquierda, lamentó que los renovadores denuncien que se les quiere poner en la calle o que se le considere el enemigo por discrepar de la mayoría.

Tras la intervención de Anguita, el líder renovador Diego López Garrido intentó sin éxito tomar la palabra para replicar al coordinador general. Dijo que quería hablar para quejarse porque Anguita había entrado al debate con quienes discrepan sólo al final de la sesión cuando ya no es posible un segundo turno de palabra. El secretario de Organización, Pedro Granados, le espetó que su petición no está prevista en los estatutos de IU y le retiró la palara.