En un comunicado enviado a todos los decanos de los colegios de abogados de España, señala que "en estos momentos difíciles, es necesaria nuestra plena solidaridad y disposición".

El CGAE hace especial mención a los despachos que tenían su sede en el edificio, como el despacho Garrigues, con dos plantas, donde trabajaban más de 170 abogados, así como los servicios jurídicos de la compañía Deloitte, también con importantes instalaciones en el inmueble.

Carnicer señala que "ante los perjuicios y problemas que se les presentan a estos compañeros", es necesaria la solidaridad de los abogados "para apoyar o facilitar a estos letrados las peticiones que realicen a cerca de los órganos judiciales de vuestro partido, de suspensión o aplazamiento de señalamientos o citaciones en aquellos procedimientos cuyos expedientes se encontrasen en las oficinas afectadas por el incendio".

El comunicado pide que estas muestras de apoyo y solidaridad "se hagan llegar al Colegio de abogados de Madrid y a los compañeros que conozcáis de estos despachos".

"Para no perjudicar tanto a clientes como a sus abogados, la solidaridad entre bufetes, en estas circunstancias, es una práctica normal en el mundo jurídico. Se puso especialmente de manifiesto tras el atentado del 11-S", recuerda el Consejo en su escrito.