Una de las medidas básicas recomendadas por este organismo consiste en rechazar aquella comida que haya sido preparada hace largo tiempo.

Como en casa, los alimentos que huelan de forma extraña deben recharzarse sin titubeos. Asimismo, los clientes deben fijarse si el local cuenta con algún certificado de higiene. Las personas alérgicas a algunos alimentos deben tener un cuidado especial antes de aventurarse a comer ciertos platos.

A pesar de ofrecer estas recomendaciones, e Consejo Europeo de Alimentación opina que el porcentaje de incidencias en los locales públicos es mínimo, teniendo en cuenta la cantidad de gente que cada día acude a los mismos.

Las causas más normales de intoxicación son, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un proceso de enfriamiento inadecuado (en el 19,3% de los casos), alimentos podridos (11,2%), recalentamiento inadecuado (10,8%) y, por último, preparación con demasiada antelación, en un 9,8% de los casos.