Estos partidos políticos -especialmente los de extrema derecha- alientan la intolerancia, la xenofobia y las actitudes racistas, además de amenazar los valores democráticos en las sociedades europeas. Esta es la conclusión de la Asamblea, reunida esta semana en Estrasburgo.

El parlamentario socialista Henning Gjellerod es el autor del informe "La amenaz para la democracia de los partidos y movimientos extremistas en Europa", donde hace hincapié en la hostilidad constatada hacia inmigrantes, minorías étnicas y grupos sociales marginales, al igual que en la intolerancia religiosa y la creciente discriminación contra los cíngaros rumanos.

Asimismo, Gjellerod ha elaborado un listado de los actos y ataques racistas registrados a lo largo del año 1999 y ha lamentado el ascenso de estas fuerzas políticas extremistas en ciertas partes del continente europeo

La recomendación adoptada por la Asamblea del Consejo de Europa se centra en la respuesta política frente a este tipo de movimientos, que consistiría, según los parlamentarios, en privar a estos partidos de apoyo electoral mediante la resolución de problemas sociales y económicos, como el desempleo y la inseguridad. Entre otras sugerencias, se ha instado a crear una legislación que prohiba las expresiones, tanto orales como escritas, de toda propaganda racista, sobre todo en Internet.